jueves, 23 de febrero de 2012

Altos Elfos, Elfos Oscuros, Todos Elfos


En la trilogía de Tyron y Teclis el tema central del enfrentamiento es el conflicto entre los Altos Elfos y los Elfos Oscuros. Todo el mundo lo que esto significa, ¿no?. Los Altos Elfos son brillantes y nobles, orgullosos y buenos. Los Elfos Oscuros son depravados y retorcidos, dados a las drogas y locos, propensos a la tortura y la maldad. Son tan diferentes como lo pueden ser dos pueblos, ¿no?.
Verdaderamente, no es cierto. Son exactamente el mismo pueblo. Solamente son el producto de dos sociedades muy diferetes. Se puede creer que en cada Alto Elfo hay un potencial Elfo Oscuro, y en cada Elfo Oscuro existe la semilla de un Alto Elfo.

Considerad esto. Una vez fueron un pueblo, antes de la llegada de Aenarion y el Matadioses, antes de Morathi y Malekith. Una vez sólo fueron Elfos. No existían Altos Elfos ni Elfos Oscuros. Claro que poseian sus propias culturas regionales, y a veces seguían a dioses diferentes, pero todos reconocieron a Aenerion como su Rey y a la Reina Eterna como su Reina. El Elfos se divieron en el periodo de Aenerion cuando extrajó la Espada Negra del Altar de Khaine. Ya había forjado una cultura marcial, convirtiendo a los Elfos en una nación guerrera. El extremo más alejado de esta cultura militarizada que creó es una de las raices de la nación de los Elfos Oscuros de Naggaroth. Desde entonces ha sido moldeada, refinada y mejorada por la personalidad de dos de los seres más poderesos y despiadados que han llegado a vivir en el mundo de Warhammer: Malekith y su madre Morathi. De Malekith proviene la disciplina marcial, y de Morathi, la depravación, el amor por la brujería oscura y la adoración de dioses antiguos y siniestros.

Mientras tanto, Ulthuan siguió un camino diferente. Cuando Malekith fracasó en atravesar la Llama Sagrada de Asuryan y los Príncipes eligieron a un nuevo Rey Fénix, introdujeron las bases para una sociedad más abierta y variada. Las guerras que siguieron entre Naggaroth y Ulthuan hiceron que ambas naciones se definieran en oposición una a otra. Los Altos Elfos se conformaron en lo opuestos a sus enemigos porque deseaban reclamar un superioridad moral.

Los Elfos no son humanos. Se parece un pocos a los seres humanos. Son mucho más bellos y viven muchísimo más pero no son enteramente como nosotros. Comprenden instintivamente la magia. Siente las cosas de forma más penetrante. Existen en un estado de exaltación mayor. La mayor parte del tiempo es como si estuvieran un poco borrachos o drogados. Siente las cosas muy intensamente y a menudo con un raro enfasis para la mentalidad humana. Esto es cierto tanto para los Asur como para los Druchi. Tienen muchas más cosas en común unos con otros que diferencias pero una cosa cierta en ellos es que llevan las cosas a su extremo. Sus emociones les impulsan a ello. Una vez que los Elfos toman un camino, lo siguen hasta el final. Los Altos Elfos tienden a ser nobles y fieles. Los Elfos Oscuro van a sobresalir en la depravación y el salvajismo. Aunque de alguna manera, esta interpretando un papel. Todo esto es la consecuencia de las elecciones realizadas.

También sus sociedades estan moldeadas por su esperanza de vida. Un elfo vive mucho más que cualquiera en el mundo, y nuestras expectativas de vida son mucho más largas que la de cualquier humano que viva en el Viejo Mundo. En el Viejo Mundo las vidas humanas deben ser más cortas que incluso las de los humanos de nuestra Edad Media. Los Elfos tienen que verselas con las consecuencias a largo plazo de sus acciones. Se planean vivir de acuerdo a ello.

La sociedad de los Elfos Oscuros esta especialmente moldeada por dos elfos que han vivido más que cualquiera en el mundo de Warhammer: Morathi y Malekith. Han estado allí desde el comiezno. De ellos, según suponen los Elfos Oscuros, fluye todo el poder, toda la autoridad, todas las riquezas. Sus personalidades han moldeado a la nación. Son el padre y la madre de ellos en un sentido muy real, progenitores gigantescos que siempre han estado allí y a quienes no se les puede imaginar no estar allí. Gran Hermano (y Gran Hermana) que siempre estan vigilando, en todos lados. Existe una inmensa red de informadores y espías y en cierto aspectos cada Drucchi esta sumido en el sistema. Se les recompensa por traicionar a sus familiares y amigos.

Y esta es la verdadera fuente de las verdaderas diferencias entre las dos naciones Elficas. Los Altos Elfos viven en una tierra dode nadie posee el poder definitivo. El gobierno descansa sobre el constentimiento de los gobernados. Los Elfos Oscuros viven en tiranía, sus vidas moldeadas por dos poderosos inmortales casi divinos.  Se puede afirmar que un Alto Elfo nacido en Ulthuan y criado en Naggaroth será un Elfo Oscuro, y un Druchii conducido en la dirección opuesta será un Asur. En La Sangre de Aenarion (a publicar en Abril por Timun Mas), uno de los personajes es un Elfo Oscuro enviado a Ulthuan como adulto. Cambiado por la experiencia, con un resultado fatal. Ofrece lo que es una visión interesante sobre las virtudes y defectos de los dos sistemas.

La Sangre de Aenerion es un novela de William King ambientada en el mundo de Warhammer.

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